España ha sido de los países que peor lo ha pasado durante la crisis, que aún no ha llegado a su fin, y aunque la salida aún no está a la vista de forma clara, cada vez hay más datos que invitan a pensar en un futuro no tan malo como la situación actual. La crisis golpea fuertemente a todos los países periféricos de Europa: España, Italia, Grecia y Portugal sufren las consecuencias de las malas decisiones (políticas) tomadas anteriormente y del torrente de crédito fácil del que pudieron disfrutar durante los años de bonanza.
La bolsa española comenzó a caer en 2008 y se ha pasado 4 ejercicios sin levantar cabeza. Muchas son las razones de esta travesía por el desierto que llevó al Ibex35 de los 16.000 puntos hasta los 6.000. Cuando la crisis estalló provocó unas consecuencias que ya le son de sobra conocidas a este país: un aumento brutal del paro, que todavía no se ha detenido, y una depresión entre las pymes que se traduce en la destrucción de buena parte de la base económica del país.
La prima de riesgo subía y subía, los intereses a pagar cada vez eran mayores, y el crecimiento de los gastos sociales (pensiones y prestaciones por desempleo) hacían que el estado tuviera que emitir cada vez más deuda para cubrir gastos. Más deuda y con los intereses cada vez más altos, desde luego no es la situación ideal. Esto provocó el temor a que España (y otros más) hicieran default. El default de pequeños países (como Chipre) podía suponer un golpe duro para la Unión Europea, pero el default de gigantes como España, o Italia, directamente supondría el certificado de defunción de la moneda única que hundiría a Europa en crisis financiera de magnitudes colosales y que hubiera contagiado el resto del mundo.
Los bancos ven como sube la tasa de mora y como sus inversiones, no olvidemos que los bancos españoles tienen ingentes cantidades de deuda pública, no son tan seguras como se presuponía. Y el Ibex35 es un índice extremadamente bancarizado, y ahora otra vez con Bankia, la representación perfecta de este país hecha banco.
De este modo llegaron el F.I.M. y la Unión Europea para llamar al orden al grupo de países díscolos y se comenzaron con las reformas, que no son otra cosa que gastar menos e incrementar impuestos. Como veis las soluciones en este ámbito no son muy imaginativas, Los recortes y la subida de impuestos son necesarios para cuadrar las cuentas (después del despilfarro) y que los acreedores comiencen de nuevo a confiar en el pagador (nos vuelvan a dejar dinero para sobrevivir), pero sin duda pone en riesgo otros factores como el consumo y la inversión.
Y en esas estamos, en medio de los ajustes, con la prima bajando, el dinero llegando a España y con los políticos, que mandan ahora, hablando de brotes verdes esperanzadores. España ya se encuentra lejos de la perspectiva de hacer default y brinda un ramillete de empresas que siguen teniendo buenos resultados y que han bajado mucho su precio debido a la “marca España”[divider type=”dotted”]
IBEX35
El Ibex35 ha sido, durante los últimos años, uno de los índices europeos que peor se ha comportado. La comparación con el DAX, en los años de crisis, es brutal. Esto ha sido así porque el riesgo país ha sido mucho mayor en España que en otras zonas, aunque estuvieran todas dentro del euro, por lo que los mercados nacionales se han resentido más. Esto nos puede llevar a la conclusión de que es posible que muchas empresas estén infravaloradas simplemente por el hecho de tener sede social en España y se esté obviando el aspecto fundamental. Estoy de acuerdo con los que dicen que en cuanto se empiece a ver la luz al final del túnel, que no quiere decir que estemos en ese momento, los mercados españoles van a subir más que el resto de mercados desarrollados que han sufrido menos.
A largo plazo vemos como el Ibex35 se encuentra en niveles de 2005, y los beneficios empresariales, en muchos casos, no son los del 2005. Parecería buena idea ir acumulando a distintos niveles si lo que esperamos es que en años esto despegue. De hecho podemos observar un patrón (cuadro azul) que puede llegar a repetirse, lo que nos llevaría muy arriba en los próximos ejercicios.
A más corto plazo vemos que el Ibex35 puede buscar nuevamente los 10.000 puntos que son más una cota psicológica que otra cosa, pero que no estaría mal que corrigiera un poco para ir a buscar, y apoyarse, en la línea tendencial que ha marcado la pauta desde mediados de 2012. Los 10.000 pueden suponer una zona de descanso y resistencia que nos lleve a buscar de nuevo la media móvil de 200, considero buen nivel de compra a años vista.
Si rompe los 10.000 puntos, los 11.000 se vuelven muy factibles en 2014.
Nota: Esta entrada no constituye una recomendación de inversión.