Usar stops puede salir caro.
Un stop es algo que colocamos como medida de seguridad, es como la red de los funambulistas, esperamos no tener que usarla, pero si algo ocurre salvaremos los muebles y no nos estamparemos contra el suelo. Los stops son una cosa que todo inversor, o trader, debe tener presente desde el primer día que empieza su andadura en los mercados financieros. Me atrevería a decir que son totalmente imprescindibles, y a no ser que sigas el buy and hold, estrictamente, siempre tienes que tener uno. Es muy importante que tengas claro donde está puesto, y que no lo modifiques hacia abajo nunca, antes de abrir la operación.
Hay dos tipos de stops:
1. Stop loss (stop de pérdidas): Cuando abrimos una operación este stop tiene que estar claro y no modificarlo. El stop loss nos va a salvar de sufrir grandes perdidas si nos equivocamos en una operación. Cuando compramos un valor ponemos un stop que va a significar la cantidad máxima de pérdida que vamos a soportar si el valor va en nuestra compra. Aquí cada cual tiene que estimar que pérdida máxima desea asumir dependiendo de su operativa y activo. Hay que gente que pone el stop a 1% del precio de compra, otros al 3%, otros al 5%. Depende mucho también de si nuestra operativa es a corto, medio o largo plazo. Conforme pasa el tiempo es aconsejable ir subiéndolo poco a poco.
Mucha gente se ha quedado pillada en valores que han bajado un 50% – 60% porque les ha venido el típico pensamiento de “ya subirán”, e igual es verdad y al cabo de muchos años llega a su precio de compra y vende. Pero no os equivoquéis, vender sin pérdida al cabo de mucho tiempo no es ganar, es perder la inflación y el coste de oportunidad. Puede resultar duro asumir que nos hemos equivocado, pero es mejor asumirlo pronto y cortar las pérdidas.
2. Stop Profit (stop de beneficios): Este es un stop que a todos nos gusta más. Cuando vamos ganando en una operación ponemos un stop para proteger parte de nuestras ganancias. Supón que hemos comprado una acción a 20€ y ahora está a 30€. Podemos poner un stop profit a 25€ por ejemplo, así si la acción baja a 25€ se venderá y habremos ganado 5€/acción.
La razón de ser de este stop es proteger parte de las ganancias latentes que ya tenemos pero dándole la oportunidad al activo de que siga subiendo. Nunca cortes bruscamente los beneficios, es mejor perder algo de lo ganado que cortar la tendencia.
Aunque es bueno tener stops, pueden surgir una serie de inconvenientes al utilizarlos en real, son los siguientes:
– Tenemos un stop colocado, por debajo de lo que creemos un soporte, que el precio rompa el soporte, vendamos y a continuación se dé la vuelta y el soporte funcione. Esto suele pasar cuando las manos grandes quieren hacer saltar los stops para acumular y tener contrapartida y cuando ha comprado todo lo que quería dejar que el soporte funcione de manera natural. Es el riesgo de poner el stop muy cerca de soportes. Cuando sea cerca de un soporte es mejor esperar a ver si en el cierre diario se posiciona por debajo o si simplemente ha sido un movimiento intradía.
– Tenemos un stop limitado, llega a nuestro precio pero solo se ejecuta una parte de nuestras acciones. Esta es una de las cosas que más rabia da, y además nos puede salir muy caro. Por ejemplo hemos puesto un stop a 30€ para 1.000 acciones limitada la venta a 30€, la acción llega a ese precio pero solo hay 66 acciones como contrapartida, se nos venden 66 y las restantes 934 se quedan a la venta a 30€, pero el precio ha seguido bajando y no vuelve a 30€ en todo el día. Como nuestro broker nos cobra por operación, y posiblemente un minimo, la venta de esas 66 acciones va a acarrear unas buenas comisiones (porcentualmente hablando).
– Un stop a mercado y se nos realizan distintas ventas a distintos precios. Tomando el ejemplo anterior, tenemos el stop fijado en 30€ de 1.000 acciones con una venta a mercado. Con la venta a mercado nos aseguramos que se venden la totalidad de las acciones, pero ojo porque pueden realizarse varias ventas. Especialmente si es un valor poco liquido, puede que no haya 1.000 acciones a la compra en 30€, ni en 29,95€, ni en 29,90€. Se irán vendiendo en los diferentes precios hasta que lleguen a sumar 1.000 acciones. Esto puede suponer muchísimas operaciones y el broker contará cada precio como una operación, la sangría en comisiones puede ser importante. No pongas stops a mercado en valores ilíquidos.
Por lo tanto surge la duda de si es mejor ponerlos en la plataforma de nuestro broker o que los tengamos en nuestra cabeza y ejecutarlos manualmente cuando surja la ocasión. Es difícil de decir, para ponerlos manualmente es necesario que nos pasemos mucho tiempo delante de la pantalla y eso es algo que no todo el mundo puede permitirse. Si estás delante del ordenador viendo la evolución en tiempo real mi recomendación es que los tengas en la cabeza, pero que los ejecutes cuando toque, las emociones desempeñan aquí un papel importante.
Cuando no puedas estar observando la sesión, ponlos en los valores muy líquidos en los que presumiblemente no vayas a tener problemas de contrapartida. Para valores ilíquidos no los coloques y espera a ver como cierra la sesión, si al cierre ha roto tu stop pon venta en la apertura del día siguiente.
Recuerda la regla de oro: Cuando aprendas a no perder dinero, comenzarás a ganar.