La bolsa no es para conservadores

Una de las cosas que más rabia me da dentro de este mundillo financiero, y ya te adelanto que son bastantes, es la mala costumbre de llamar a algunas acciones tranquilas o para  inversores conservadores. Pueden existir acciones más o menos volátiles, con mayor o menor correlación con el índice pero todas, absolutamente todas, llevan asociadas unos riesgos que un inversor conservador no tendría porque soportar. La renta variable de por sí conlleva incertidumbre y periodos de subidas y bajadas que no es algo que yo asocie con un inversor conservador.

Un inversor conservador es aquel que lo que busca ante todo es preservar su capital por encima de la esperanza de grandes revalorizaciones. Su objetivo es conseguir lo máximo posible pero sin correr ningún riesgo, una rentabilidad por encima de la inflación suele ser la barrera para aceptar o no un producto. Este tipo de inversor suele invertir en depósitos o en productos de renta fija con un interés fijo y tiende a huir de la renta variable. Es verdad que la renta fija también varia su precio porque cotiza en el mercado secundario pero, si no hay contratiempos, sabe que aguantándolo hasta su vencimiento va a recibir sus cupones y el nominal.

¿A qué llaman acciones conservadoras?

Los medios de comunicación, o analistas bursátiles con intereses propios, suelen llamar acciones conservadoras a un tipo concreto de valor: suelen ser acciones de sectores que de alguna forma están regulados, en parte, por el estado. En España las clásicas son Iberdrola, Endesa, Enagás, Gas Natural, Bolsas y Mercados, y seguro que a partir de ahora AENA se convertirá automáticamente en una acción tranquila para conservadores. Vemos que el sector energético está bastante regulado en precios y cánones, y lo de AENA está bastante claro ya que la administración pública controla el 51% de la sociedad.

Existe la creencia que si el estado tiene algún poder sobre una empresa esta no sufrirá como otras los vaivenes del mercado ya que el estado garantizará su estabilidad. Estar en un sector regulado parece ser que es sinónimo de baja volatilidad pero esto es una falsa creencia. AENA puede empezar a caer mañana si la perspectiva empeora por mucho que el estado tenga la mayoría accionarial.

El segundo motivo por el cual una acción es considerada tranquila son sus dividendos. Si una acción reparte un buen dividendo y lo ha hecho durante muchos años se considera que no podrá tener muchos vaivenes porque en cuanto caiga un poco el atractivo de los dividendos hará que enseguida salgan compradores atraídos por su buena rentabilidad.

Por lo tanto una empresa de un sector regulado y que pague un dividendo atractivo pasará automáticamente a ser una acción tranquila para inversores conservadores.

Una acción no puede ser una inversión conservadora

Como hemos explicado al principio de la entrada un inversor convencional  no es el tipo de inversor que suele invertir en bolsa y si lo hace será aconsejado por alguien que le interesa que entre en determinados valores. Curiosamente los motivos dados anteriormente para que la gente considere a algunas acciones conservadoras puede ser la causa de que dejen de serlo y comiencen una espiral de volatilidad que desespere al más pintado. La renta variable nunca puede ser conservadora porque:

  • Que un sector esté regulado puede significar más riesgos que uno que no lo esté. Las empresas dentro de un sector totalmente liberalizado se mueven siempre mejorando, siempre intentando adaptarse poco a poco a los gustos de los consumidores para poder mantener y hacer crecer su nivel de ingresos. En un sector regulado esto no pasa, las reglas cambian drásticamente cuando al político de turno le da por cambiar 4 leyes. Empresas han visto afectadas sus cuentas de resultados de la noche a la mañana de forma importante por cambios en la regulación, un ejemplo fueron las energías renovables. Por lo tanto el inversor de este valor “tranquilo” se encontrará con un valor volátil.
  • Los dividendos tampoco son garantía de nada. Los dividendos son aprobados por la junta de accionistas y tan pronto como las cuentas se resientan los dividendos pueden bajar. O si el consejo de administración decide que durante un tiempo no se van a repartir dividendos para utilizar ese dinero para hacer adquisiciones o reducir deuda, el inversor tampoco podrá hacer nada y la razón por la que entró en el valor se habrá esfumado en un instante.
  • Y lo más importante es que el mercado es volátil por naturaleza en el corto plazo. Aunque un sector sea tranquilo y los dividendos sean buenos siempre va a haber cosas que afecten al mercado. Noticias macroeconómicas, noticias políticas, expectativas de crecimiento, tipos de interés, decisiones del banco central…etc. todo esto va a afectar a la cotización aunque los fundamentales de la empresa no cambien en absoluto.

Así que si tú eres un inversor conservador, pero de verdad, la bolsa no es tu terreno de juego.

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