El trading no es una apuesta
El trading es una actividad destinada a realizar operaciones en los mercados financieros con la finalidad de obtener beneficios entre la apertura y el cierre de las mismas en un periodo de tiempo no demasiado amplio. Normalmente el trader que opera con productos derivados mantiene sus operaciones abiertas poco espacio de tiempo, pudiendo ser intradía o a lo sumo algunas jornadas, pero no abre posiciones con vistas a mantenerla meses o años. La posibilidad de ponerse largo y corto, es decir poder ganar sea cual sea la dirección del mercado, multiplica las posibilidades de abrir operaciones.
El apalancarte te da la posibilidad de tener muchos beneficios, puedes operar con un capital muy superior a tu patrimonio, en un corto periodo de tiempo, al operar con un gran capital cualquier pequeña variación en el precio del activo puede suponer una ganancia importante. Es decir, existe la posibilidad de ganar mucho dinero y muy rápido, desde luego son dos aspectos que los ludópatas no pasarán por alto.
Y es que mirar las cotizaciones de los mercados en tiempo real engancha, y mucho. Yo muchas veces me encuentro mirando la pantalla absorto viendo como se mueven los numeritos, subiendo y bajando, cambiando de rojo a verde y viceversa y así se me pueden pasar las horas. Y esto a veces sin ninguna intención de operar, por el simple hecho de observar al mercado, de ver como se mueve el dinero.
Es inevitable pensar que eres capaz de predecir el comportamiento del mercado (de hecho siempre aciertas tus previsiones cuando no abres posición), y que cogiendo un pequeño movimiento, unos pocos pips, y con el gran apalancamiento que te permite el broker puedes sacarte un buen jornal. Y esto puede ser verdad, siempre que se siga un sistema y que el gen ludópata no haga aparición.
La ludópatia puede aparecer cuando al realizar operaciones estas te generan diversas sensaciones
– Al abrir una operación: ansiedad y nerviosismo. La incertidumbre que nos genera el riesgo adquirido nos sume en un nerviosismo que nos impide pensar con claridad. El tener una posición abierta hace que no podamos pensar en otra cosa y que no nos despeguemos de la pantalla.
– En una posición ganadora: euforia. Cuando abres una posición y al poco tiempo ya vas ganando una buena cantidad de dinero puede invadirte una sensación muy placentera que compense todos los sinsabores. El haber acertado puede llevarte a un estado de felicidad y confianza que hace que te creas imbatible en el trading y esto puede llevarte a tomar posiciones más arriesgadas que acaben por generar sensaciones más extremas.
– En una posición perdedora: pánico. Es muy común abrir una posición y que minutos después ya estés incurriendo en una pérdida. Posiblemente aún estés lejos del stop de pérdidas que te has marcado, y que el movimiento entre dentro de tu estrategia. Pero las dudas ya comienzan a aparecer en tu cabeza y una desagradable sensación de que te has equivocado, aunque al final no sea así, recorre todo tu cuerpo. Maldices y maldices por haber abierto la operación y lo único que haces es hundirte más si el precio sigue bajando o ponerte eufórico si se da la vuelta, ninguna de las dos cosas es recomensable.
Cuando al final descubres que todas estas sensaciones, las buenas y las malas, son las que te llevan a operar y que estás aquí por la “emoción” de la apuesta, deberías plantearte si tu manera de operar es la adecuada. El trading debe ser un método para conseguir una rentabilidad, no una forma de experimentar sensaciones. El lado psicológico es un obstáculo para conseguir batir al mercado, cuando las sensaciones que nos produce el trading nos dominan y no nos dejan pensar fríamente y con claridad debemos para de operar y reconducir nuestra operativa.
Esto no es un casino, aunque muchas veces lo hayas escuchado. Tu sistema de trading tiene que estar establecido de antemano, con unos stops ya definidos antes de abrir la operación. Haga lo que haga, se ejecute con ganancias o pérdidas, estará dentro de lo que tú has establecido y por lo tanto no tiene que afectarte. Una vez abierta la operación pon los stops y alçejate del ordenador, quedarte a mirar la pantallita puede provocar que hagas alguna corrección “manual” y saltarte un sistema, que si usas es porque has comprobado que es bueno.