El impuesto sobre el patrimonio es un impuesto directo que grava el patrimonio neto de las personas físicas, es neto porque del valor de los bienes que se posean se puede deducir las deudas y obligaciones de las cuales el contribuyente sea responsable. Para calcular este patrimonio, y simplificándolo, tomamos que sumarán toda clase de activos financieros (cuentas bancarias, acciones, fondos de inversión, títulos de deuda…etc.) que poseamos y todos los demás bienes que no sean considerados ajuar domestico. La vivienda habitual también estará exenta hasta 300.000 euros, a partir de esta cantidad y, cualquier otro inmueble, habrá que añadirlo al cálculo.
Ahora mismo la cuantía que hay que superar para tener obligación de tributar por el impuesto de patrimonio es de 700.000 euros, es decir si nuestros bienes menos nuestras deudas superan esta cantidad tendremos que tributar por toda la cantidad que los sobrepase. Así dependiendo de la cantidad iremos tributando por tramos desde el 0,20% hasta un máximo del 2,50%