Invertir en bolsa es muy fácil, sólo necesitamos una conexión a internet y dinero. Lo del dinero es más complicado pero si tenemos en cuenta que se pueden abrir cuentas en brokers sin apenas capital tenemos que cualquier persona puede invertir en bolsa. Esto está muy bien ya que permite a los ciudadanos de a pie tener la oportunidad de sacar una buena rentabilidad para su dinero y no tener que ser esclavo de depósitos bancarios o del fondo de inversión que el banco le quiera colocar.
Pero la facilidad para operar también es un arma de doble filo porque atrae a muchos inversores novatos que se sienten tentados por el dinero fácil y rápido y al final se dan cuenta de que el dinero nunca es rápido y mucho menos fácil. Existen varias actitudes y comportamientos que deberemos evitar a la hora de realizar operaciones, estos comportamientos nos llevarían a asumir un riesgo demasiado elevado. Evitándolos nuestras inversiones nos proporcionarán menos emoción pero tendrán más posibilidades de ser rentables en un futuro, como dice Buffet: “Una buena inversión tiene que ser aburrida”, esto no es el casino y no buscamos emociones fuertes a la hora de invertir.
Cosas a evitar al invertir en bolsa
1. No limitar las pérdidas
En otras palabras: no utilizar un stop loss. Si no marcamos un punto donde salirnos cuando compramos un valor es porque estamos dispuestos a perder todo lo invertido, si tu idea es comprar y no vender jamás perdiendo puedes quedarte con un valor de por vida o, peor aún, acompañarle cogido de la mano hasta que la empresa quiebre.
Hay multitud de ejemplos, por no querer admitir que nos hemos equivocado a la hora de comprar asumiremos una pérdida en muchos casos irrecuperable. Es cierto, en casi todos los casos, que la bolsa acaba subiendo a largo plazo si contamos los dividendos, pero esto sólo en aplicable a los índices. Siempre va a haber empresas que quiebren o que nunca recuperen su valor máximo porque su negocio se ha resentido, aguantar las pérdidas sin pensar en vender es una de las mejores formas de hacer desaparecer tu cartera.
2. Invertir exclusivamente por dividendos
Los dividendos están muy bien, nos proporcionan liquidez sin necesitar de reducir nuestra posición en un valor pero el que invierte pensando exclusivamente en ellos se equivoca. Los dividendos por si mismos no nos dicen nada, hay que ver si la empresa que los está repartiendo está actuando correctamente, si son sostenibles y si ese dinero estaría siendo mejor utilizado en otro sitio.
Los dividendos para ser considerados aceptables deben salir de los beneficios del ejercicio y por supuesto deben ser pagados en efectivo. Empresas que no tienen beneficios están repartiendo dividendos (Hola Arcelor) y es una buena manera de mantener la imagen a costa de perjudicar a la empresa, no podemos tomar esto como algo bueno ya que la dirección de esta empresa no está haciendo lo mejor para los accionistas. Si el dinero de los dividendos puede ser destinado a reducir deuda o mejorar el crecimiento no debería repartirse, invertir por el dividendo en estas empresas es pan para hoy hambre para mañana.
3. No diversificar
Poner todos los huevos en la misma cesta hace que estemos asumiendo un riesgo elevado porque si las cosas no salen como habíamos esperado nuestra cartera se mermará muy rápidamente. Ahora imagina que hemos puesto todos nuestros ahorros en una única compañía y que además no limitamos las pérdidas. ¿Qué harías si tu inversión empieza a bajar de forma considerable? El mercado no tiene piedad, ya deberías saberlo, así que tenemos que actuar de acuerdo a sus movimientos. Si nos enroscamos en las pérdidas y todo nuestro dinero está en la misma empresa nuestro futuro bursátil puede ser muy negro.
Diversificar nos ayuda a reducir el riesgo, otra vez lo mismo todo lo que haga a la inversión más aburrida será mejor para nosotros.
4. Utilizar razones poco adecuadas para comprar acciones
Me echo las manos a la cabeza cuando veo las razones de ciertos inversores para hacerse con un determinado valor. Desde invertir en empresas solo por el hecho de que sean gigantescas, hasta invertir en determinado sector porque es estratégico o en un sector del que todo el mundo habla como el sector del futuro.
Una empresa no tiene porque ser una buena inversión simplemente por el hecho de ser grande, grandes empresas han quebrado o han visto como su precio ha descendido bruscamente y no han vuelto a recuperarse. Que una empresa tenga mucha cuota de mercado no garantiza que nuestra rentabilidad vaya a ser positiva ya que puede perder cuota, empeorar la eficiencia o surgir nuevos competidores.
Otra razón muy extendida es la típica: “me han hablado muy bien de tal empresa” o “si todo el mundo utiliza este producto debe ser buena inversión”, frases que no encierran ningún estudio de la empresa en cuestión y que se traducen en una apuesta más que en una inversión. Sin estudiar los balances de la empresa no podremos saber si la inversión va a tener una expectativa positiva de retorno.
5. Hacer caso a los analistas y foreros
Los analistas de las firmas de análisis hacen sus predicciones sobre todo tipo de valores y algunas son tan prestigiosas que tienen su repercusión en el mercado, al menos en un primer momento. Las firmas de análisis tienen sus intereses, como todos los actores de este teatro, y nunca vamos a saber si sus recomendaciones son desinteresadas (¡ja!) o cumplen una determinada función. No sabemos los intereses de todos y cada uno, y además hay muchos analistas y siempre están en desacuerdo unos con otros, si fuera tan fácil y estuviera todo tan claro estarían todos de acuerdo.
Con los foros todavía es peor porque no conoces al interlocutor y las recomendaciones de compra y venta puede basarse en nada y hechas por gente que no mueve el mercado y es tan ingenua que cree que convenciendo a unos desconocidos en internet su inversión va a mejorar.